REVISTA "TIME" NOVIEMBRE, 29, 2004Pág. 42. Por Jeff Israely/RomaNo parece el colmo de la protesta social: cada mañana, Sabina y EdoardoMazzetti hacen un montón de cosas para levantar y sacar a sus nuevehijos -que van de los 3 a los 24 años- del piso de alquiler de cuatrodormitorios, dos baños, que ocupan en el centro de la ciudad de Roma.
Mazzetti, 40 años, dice que las cosas se han ido haciendo cada vez másfáciles con el transcurso de los años: "Los hijos mayores ayudan a los másjóvenes. Y mi mujer ha organizado la mañana por turnos. No obstante todostienen que ir deprisa." Buen católico, trabaja en una empresa que supervisalas medidas de salud y seguridad. Mazzetti dice que la energia familiar serellena por el constante ambiente de cariño y camaraderia. "A gusto se da unpoco de tu espacio y libertad a cambio del espíritu de alegria y dehermandad que se crea".Donde no existe ese espíritu de comunitario, dice Mazzetti, es en lapolítica del gobierno italiano hacia las familias numerosas. Es lo que hahecho a los Mazzetti inscribirse en la Asociación Nacional de FamiliasNumerosas, una nueva organización creada para luchar por los derechos, sobretodo económicos, de los hogares con seis o mas miembros. Luchando contra labaja fertilidad italiana de 1.29, las familias numerosas sufren por lainadecuada política social, maldecida también por los demógrafos, ya quedesanima a la gente a tener más hijos: olvido de una política familiar y decuidado de los hijos, pocas exenciones de impuestos, y sin protección antelos crecientes precios de las casas. Pues las estántambién expuestas a cosas a las que las familias pequeñas no sufren tanto:agua, basuras, y electricidad, cuyos precios suben con el consumo;restaurantes que de repente se quedan sin mesas cuando atisban a los niñosdelante de la puerta; propietarios que echan a las familias numerosassubiendo los alquileres hasta precios que saben no van a poder pagar. MarioSberna, de Brescia, padre de cinco hijos que ayudó a fundar la asociación elmes pasado, dice que las familias numerosas están siendo trituradas en parteporque cada vez son menos frecuentes. Familias con seis hijos son sólo el1,4 % del total de familias italianas, tras haber descendido del 3,5 % queeran en 1.991. "El estado tiene que mirar a largo plazo", dice Sberna. "Lasfamilias numerosas están suministrando a Italia el regalo de nuevas vidas. Ytodo lo que obtenemos a cambio son buenas palabras". El grupo de Sberna haenlazado con una red europea de asociaciones similares, incluyendo grupos deDinamarca, Paises Bajos y Polonia, para formar un lobby continental defamilias numerosas. Piensan llevar su causa a Bruselas, esperando que la UEestandarice a toda Europa la protección de los derechos de las familiasnumerosas.
José Ramón Losana preside la federación española de familias numerosas, quefué fundada en 1.967 cuando el gobierno español animaba activamente alaumento de población. Ahora España está junto con Italia en lo más bajo dela tabla de fertilidad, con un 1.3. Losana no sólo ha estado empujando a lasautoridades, sino que ha empezado un programa llamado Masfamilia, queconsigue descuentos para las familias numerosas: desde cadenas dealimentación hasta todo tipo de detallistas. Padre de 12 hijos, dice que noestá pidiendo que otros paguen por su opción: "Ellos simplemente piden a lasociedad el derecho de tener los hijos que quieren tener, y vivir encondiciones dignas".
Francesco Billari, catedrático de demografía de la Universidad Bocconi deMilán, dice que las familias numerosa son el único medio para parar elpeligroso descenso de población en Europa. En Italia, dice, "incluso unafamilia de tres hijos es considerada completamente anómala. Esa opinión debeser evitada; si no, no se puede llegar ni siquiera al relevo generacional".Ahora que Europa busca nuevas formas de convencer a las parejas a tener máshijos, podría empezar por ayudar a los que no necesitan ser convencidos.
Mazzetti, 40 años, dice que las cosas se han ido haciendo cada vez másfáciles con el transcurso de los años: "Los hijos mayores ayudan a los másjóvenes. Y mi mujer ha organizado la mañana por turnos. No obstante todostienen que ir deprisa." Buen católico, trabaja en una empresa que supervisalas medidas de salud y seguridad. Mazzetti dice que la energia familiar serellena por el constante ambiente de cariño y camaraderia. "A gusto se da unpoco de tu espacio y libertad a cambio del espíritu de alegria y dehermandad que se crea".Donde no existe ese espíritu de comunitario, dice Mazzetti, es en lapolítica del gobierno italiano hacia las familias numerosas. Es lo que hahecho a los Mazzetti inscribirse en la Asociación Nacional de FamiliasNumerosas, una nueva organización creada para luchar por los derechos, sobretodo económicos, de los hogares con seis o mas miembros. Luchando contra labaja fertilidad italiana de 1.29, las familias numerosas sufren por lainadecuada política social, maldecida también por los demógrafos, ya quedesanima a la gente a tener más hijos: olvido de una política familiar y decuidado de los hijos, pocas exenciones de impuestos, y sin protección antelos crecientes precios de las casas. Pues las
José Ramón Losana preside la federación española de familias numerosas, quefué fundada en 1.967 cuando el gobierno español animaba activamente alaumento de población. Ahora España está junto con Italia en lo más bajo dela tabla de fertilidad, con un 1.3. Losana no sólo ha estado empujando a lasautoridades, sino que ha empezado un programa llamado Masfamilia, queconsigue descuentos para las familias numerosas: desde cadenas dealimentación hasta todo tipo de detallistas. Padre de 12 hijos, dice que noestá pidiendo que otros paguen por su opción: "Ellos simplemente piden a lasociedad el derecho de tener los hijos que quieren tener, y vivir encondiciones dignas".
Francesco Billari, catedrático de demografía de la Universidad Bocconi deMilán, dice que las familias numerosa son el único medio para parar elpeligroso descenso de población en Europa. En Italia, dice, "incluso unafamilia de tres hijos es considerada completamente anómala. Esa opinión debeser evitada; si no, no se puede llegar ni siquiera al relevo generacional".Ahora que Europa busca nuevas formas de convencer a las parejas a tener máshijos, podría empezar por ayudar a los que no necesitan ser convencidos.
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