Está claro que el maldito virus SARS-CoV-2 (COVID-19) está poniéndonos a prueba y mostrándonos -si queremos verlo- el temple de nuestra sociedad. Los criterios para el el triaje , o selección para la atención de enfermos en situación grave de falta de recursos asistenciales (personales, materiales, de tiempo) son una prueba de fuego de cómo somos. En concreto, me preocupa especialmente cómo se trata a las personas mayores . Esto afecta también a las que tienen discapacidad intelectual o del desarrollo, sobre las que escribía muy bien ayer (3 de abril) el abogado Torcuato Recover en Ideal, o con enfermedades severas. Leo informaciones contradictorias al respecto, desde las noticias de personas mayores que se recuperan gracias a la correcta atención médica (o que fallecen, a pesar de ella), hasta las que dan la impresión de que a los mayores se les deja abandonados a su suerte. Esta última impresión se vuelve trágica en casos comprobados y, especialmente, en la falta de actuac...
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