Aseguran que sólo las procedentes de otras partes del organismo han demostrado capacidad para curar
La Razón 1 del XII.04
Actualmente, no hay ensayos clínicos en humanos con células madre embrionarias con resultados fiables: los estudios realizados en animales muestran que, tarde o temprano, estas células, capaces de transformarse en cualquier tejido, terminan desarrollando tumores en los animales de laboratorio. Así lo aseguraron expertos internacionales y nacionales en un simposio celebrado en la Fundación Areces, en Madrid. Sin renunciar a la investigación de estas células, afirmaron que las células madre de tejido adulto son más seguras y algunos ensayos en pacientes empiezan a dar sus frutos.
L. M. Ariza Madrid- Tumores y cáncer. A las seis semanas de la inyección de células madre embrionarias en los estudios con los ratones de laboratorio, el resultado es tan contundente como desalentador. «Por el conocimiento médico actual, las células embrionarias no son viables en la clínica», indicaba ayer la doctora Catherine Verfaillie, directora del Instituto de Células Madre Adultas de la Universidad de Minnesota (EE UU). Verfaillie participa en un simposio de varios expertos, organizado por la Fundación Ramón Areces en Madrid, sobre las posibilidades de las células madre adultas en la «medicina regenerativa». Las células madre embrionarias o ES no han demostrado la misma seguridad que las adultas, que «se han inyectado en centenares de ratones, y no hemos visto que se hayan producido tumores dos años después de su administración», según esta experta. En contraste, las experiencias con células ES en ratones demuestran que «a las seis semanas de su inyección desarrollan tumores». La probabilidad de desarrollar un cáncer es más alta si se usa este tipo de células, dice Verfaillie, si bien, el riesgo existe para «cualquier célula que se cultive en el laboratorio por un periodo largo». Aunque no hay conocimientos de ensayos en humanos con células ES, la administración de células madre adultas en ensayos en 40 pacientes no han desarrollado «ningún tumor» hasta la fecha. Lo que no quiere decir, de acuerdo con Verfaillie, que no se deban investigar con células ES, debido a la enorme plasticidad y potencial que exhiben a la hora de diferenciarse en cualquier tejido, aunque es posible que dentro de 20 años dejen de usarse. La estrategia es averiguar cómo lo hacen. El cirujano cardíaco Christof Stamm, del Instituto de Terapia Regenerativa Tisular de la Universidad de Rostock, en Alemania, aseguró que la estrategia es minimizar el riesgo de las ES, modificándolas en células más especializadas para que den un tejido concreto antes de usarlas en los tratamientos. Christof trabaja con células madre adultas que fabrican vasos sanguíneos, cuyo potencial es enorme para tratar pacientes que han sufrido un infarto. En un ensayo en fase II que comprende a 36 pacientes que sufrieron un ataque al corazón, se les practicó un by-pass, y a la mitad se les administró células madre adultas para que construyeran nuevos vasos. En este último grupo, asegura, los resultados preliminares arrojan una mejoría con respecto al «by-pass» como única opción. Otros campos en los que las células madre adulta están empezando a dar resultados se refieren a la cicatrización de heridas y las suturas en las intervenciones, de acuerdo con Damián García Olmo, del Departamento de Cirugía de la Universidad Autónoma de Madrid. «Es algo que no se ha resuelto en el mundo de la cirugía, sólo en Madrid hay más de mil intervenciones diarias», indica. García Olmo y su equipo trabajan en ensayos clínicos en el Hospital La Paz de Madrid con células madre extraídas de la grasa humana que intervienen en los procesos de cicatrización, en especial para tratar la fístula anal. Mediante el trasplante, «tratamos de aumentar la cantidad de estas células madre adultas», asegura.
La Razón 1 del XII.04
Actualmente, no hay ensayos clínicos en humanos con células madre embrionarias con resultados fiables: los estudios realizados en animales muestran que, tarde o temprano, estas células, capaces de transformarse en cualquier tejido, terminan desarrollando tumores en los animales de laboratorio. Así lo aseguraron expertos internacionales y nacionales en un simposio celebrado en la Fundación Areces, en Madrid. Sin renunciar a la investigación de estas células, afirmaron que las células madre de tejido adulto son más seguras y algunos ensayos en pacientes empiezan a dar sus frutos.
L. M. Ariza Madrid- Tumores y cáncer. A las seis semanas de la inyección de células madre embrionarias en los estudios con los ratones de laboratorio, el resultado es tan contundente como desalentador. «Por el conocimiento médico actual, las células embrionarias no son viables en la clínica», indicaba ayer la doctora Catherine Verfaillie, directora del Instituto de Células Madre Adultas de la Universidad de Minnesota (EE UU). Verfaillie participa en un simposio de varios expertos, organizado por la Fundación Ramón Areces en Madrid, sobre las posibilidades de las células madre adultas en la «medicina regenerativa». Las células madre embrionarias o ES no han demostrado la misma seguridad que las adultas, que «se han inyectado en centenares de ratones, y no hemos visto que se hayan producido tumores dos años después de su administración», según esta experta. En contraste, las experiencias con células ES en ratones demuestran que «a las seis semanas de su inyección desarrollan tumores». La probabilidad de desarrollar un cáncer es más alta si se usa este tipo de células, dice Verfaillie, si bien, el riesgo existe para «cualquier célula que se cultive en el laboratorio por un periodo largo». Aunque no hay conocimientos de ensayos en humanos con células ES, la administración de células madre adultas en ensayos en 40 pacientes no han desarrollado «ningún tumor» hasta la fecha. Lo que no quiere decir, de acuerdo con Verfaillie, que no se deban investigar con células ES, debido a la enorme plasticidad y potencial que exhiben a la hora de diferenciarse en cualquier tejido, aunque es posible que dentro de 20 años dejen de usarse. La estrategia es averiguar cómo lo hacen. El cirujano cardíaco Christof Stamm, del Instituto de Terapia Regenerativa Tisular de la Universidad de Rostock, en Alemania, aseguró que la estrategia es minimizar el riesgo de las ES, modificándolas en células más especializadas para que den un tejido concreto antes de usarlas en los tratamientos. Christof trabaja con células madre adultas que fabrican vasos sanguíneos, cuyo potencial es enorme para tratar pacientes que han sufrido un infarto. En un ensayo en fase II que comprende a 36 pacientes que sufrieron un ataque al corazón, se les practicó un by-pass, y a la mitad se les administró células madre adultas para que construyeran nuevos vasos. En este último grupo, asegura, los resultados preliminares arrojan una mejoría con respecto al «by-pass» como única opción. Otros campos en los que las células madre adulta están empezando a dar resultados se refieren a la cicatrización de heridas y las suturas en las intervenciones, de acuerdo con Damián García Olmo, del Departamento de Cirugía de la Universidad Autónoma de Madrid. «Es algo que no se ha resuelto en el mundo de la cirugía, sólo en Madrid hay más de mil intervenciones diarias», indica. García Olmo y su equipo trabajan en ensayos clínicos en el Hospital La Paz de Madrid con células madre extraídas de la grasa humana que intervienen en los procesos de cicatrización, en especial para tratar la fístula anal. Mediante el trasplante, «tratamos de aumentar la cantidad de estas células madre adultas», asegura.
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