Por Juan Manuel de Prada , en XLSEMANAL del 14 al 20 de septiembre de 2008 A veces se dice sumariamente que Jesús condena a los ricos, pero más exacto sería afirmar que condena a quienes tienen apego a las riquezas, a quienes ponen su corazón en el dinero; y prueba de ello es que entre sus seguidores se contaron hombres ricos e influyentes. Uno de ellos es Nicodemo, que según nos cuenta el Evangelio acudía a Jesús de noche, un poco a hurtadillas, para evitar la vigilancia de los fariseos. En una de las conversaciones que mantiene con Jesús, le pregunta: «¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Acaso se puede entrar otra vez en el seno de la madre y volver a nacer?». Y Jesús le responde que, en efecto, cualquier hombre, no importa cuán viejo sea, puede volver a nacer del Espíritu. Se trata de uno de los pasajes más inspiradores del Evangelio, porque nos habla de la posibilidad de renovarnos de forma profunda y radical, resucitando sobre las cenizas del hombre viejo. También es uno de l...
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