Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Banalidad del mal

Una sociedad que muere a ritmo de heavy metal

Para cualquiera que siga con algo de continuidad este blog -supongo que no habrá nadie-, es evidente que uno de mis temas favoritos es la "banalidad del mal" . Entiendo este concepto, extraído de Hannah Arendt , como ese fenómeno que hace que personas corrientes -es decir, cualquiera de nosotros-, cooperen al mal más horroroso sin ser apenas conscientes, llevados por el ambiente, convencidos de ser una ínfima pieza de un engranaje irrebatible, y justificados porque, en realidad, están haciendo la más anodina de las tareas, considerada en sí misma. Estas reflexiones me vinieron a la mente el otro día, en el autobús . Uno de los pasajeros me llamó la atención. Era un chico joven, grandote, con aspecto bonachón. Iba vestido rigurosamente de negro, estilo "heavy metal"; en la camiseta llevaba una calavera con gorro de capitán pirata y expresión perversamente satisfecha, junto a la leyenda "The Anarkists". Los brazos desnudos estaban cubiertos de tatuajes que n...

Sobre los bombardeos masivos a ciudades

Estoy leyendo con placer Dresde, 1945. Fuego y oscuridad , de Sinclair McKay . Lo compré por dos motivos: por saber algo más de un episodio tan horroroso como desconocido por el "gran público" y ocultado por los vencedores de la II Guerra Mundial, del que solo había oído hablar a mi padre, muy de pasada -no recuerdo haber visto ningún libro sobre el tema en su enorme biblioteca histórica-; y porque la reseña que leí en algún sitio me llamó poderosamente la atención. Aunque mis expectativas eran grandes, Dresde me está sorprendiendo y maravillando más allá de lo imaginable . Voy por la página 201, que es cuando, por fin, empieza el espantoso bombardeo que destruyó brutalmente el "estuche barroco" a orillas del Elba, como la definió Victor Klemperer , superviviente, la noche del 13 al 14 de febrero de 1945. El libro es sorprendente porque está maravillosamente escrito, porque descubre una ciudad impresionante que yo no conocía, y, sobre todo, porque te hace vivir los...