Por Juan Manuel de Prada , en XLSemanal , del 30 de marzo al 5 de abril de 2008 Los periódicos se han cebado sin recato en las flaquezas de ese gobernador neoyorquino, Eliot Spitzer , que esquilmó los ahorros familiares (mientras escribo estas líneas, todavía no se ha demostrado que desviara fondos públicos) para alquilar los servicios de putas carísimas. La prensa coincide en denunciar la hipocresía del gobernador putero, quien al parecer se habría distinguido en su faceta pública por perseguir muy denodadamente la prostitución. A esto se lo llama ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio: pues los mismos periódicos que condenan las andanzas del gobernador putero incluyen diariamente anuncios por palabras en los que incitan a sus lectores a contratar idénticos servicios. La inclusión de estos anuncios constituye una piedra de escándalo para la prensa española. No quisiera que las tres o cuatro lectoras que todavía me soportan entendieran esta afirmación como una expres...
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