Santiago Chiva, Abogado, Fedatario de la Iniciativa Legislativa Popular en favor del Matrimonio y la Infancia
El 18 de junio se ha convocado una manifestación en Madrid, promovida por el Foro Español de la Familia que bajo el lema “La familia SÍ importa”, Defiende el derecho a una madre y un padre. Como es sabido, el Gobierno español pretende equiparar las uniones de personas del mismo sexo con el matrimonio, con derecho de adopción incluido y muchas personas entendemos que esta equiparación debilita gravemente la institución matrimonial.
En los años de democracia en España pocas leyes han apoyado directamente el matrimonio; en los gobiernos socialistas ninguna (llamar apoyo a la familia a repartir cuatro euros para ordenadores me parece pretencioso). Se ha legislado más bien contra ella; el divorcio-express sería la última; por eso me deja perplejo que, según el gobierno de Zapatero, aprobar el matrimonio homosexual sea una medida de apoyo a la familia, ya que amplia su concepto; eso es difícil de creer. Con amigos así, la familia no necesita enemigos. Sería más sincero reconocer que no creen en el matrimonio. Con esta reforma se pretende un giro copernicano y revolucionario; se opone a la Declaración Universal de Derechos Humanos (aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948); su artículo 16 dice que “los hombres y las mujeres -es el único artículo en que hace una distinción de sexos-, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia”. Significaría que España corta amarras con lo que piensan sobre el matrimonio la mayor parte de los Estados y culturas del mundo. También el artículo 32.1 de la nuestra propia Constitución hace una distinción de sexos al decir: "el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica"
Si ampliamos así el matrimonio, queda desdibujado; de igual modo que si metemos a las ONG en la legislación de las sociedades anónimas, ¿va a quedar clara la misión de las ONGs? ¿no hemos desdibujado el concepto de “Sociedad Anónima? Tendremos que dar explicaciones continuamente de qué tipo de Sociedad Anónima es la nuestra.
El censo de Población de 2001 contabilizó por primera vez las parejas homosexuales en España: 10.474 parejas del mismo sexo, es decir, el 0,11% del total de 9,5 millones de parejas, una cifra a años luz del tan repetido 10% de población homosexual, y también muy por debajo del 2-3% que apuntan los estudios más serios disponibles. No parece que vayan a casarse más, pues es poco creíble que las que han preferido no identificarse en el censo, con las garantías de confidencialidad que tienen, vaya a animarse a un acto público y notorio como es el matrimonio. Una minoría en todo caso. Si ampliamos el matrimonio a esta minoría (las personas del mismo sexo), también hay que abrirlo a otras minorías: el llamado matrimonio incestuoso, entre hermanos, es reclamado por personas que se han enamorado y posteriormente han descubierto que tenían un mismo padre o madre. El matrimonio heterosexual polígamos entre tres, cuatro o más personas lo defienden minorías musulmanas y algunos mormones. El matrimonio polígamo homosexual incestuoso intergeneracional entre, pongamos un ejemplo, abuela, madre y nieta, podría ser el siguiente objetivo del pensamiento débil que, ahorrándose la tarea de pensar, te pasan la carga de la prueba con un “¿Y por qué no?” No habría más límite que el de nuestra voluntad, pero, ¿no tendríamos que aceptar, si admitiéramos estas combinaciones, que el matrimonio sería ya algo irreconocible? Si todo es familia, al final la familia no es nada.
El Estado no puede obligar a que haya familias estables con un padre y una madre, pero si puede reconocer que la familia estable es lo que más beneficia a los hijos y por tanto que al ser bueno para la sociedad, se proteja. Incluso aunque no suene progresista.
La manifestación del día 18 quiere que se escuche a las familias en la calle porque las autoridades gubernativas no han querido recibir a las familias que han entregado ya más de 500.000 firmas en esta Iniciativa Legislativa Popular en favor del Matrimonio y la Infancia. Es una llamada de atención a toda la sociedad para que recordemos que la familia sí importa; no juzgo casos singulares sino que defiendo instituciones jurídicas que son necesarias independientemente de que cada uno pensemos de un modo u otro. Pretende avisar de que con una reforma revolucionaria de una manera rápida y sin oír a los interesados, en contra de la opinión autorizada de las Asociaciones más representativas de las Familias, de centenares de jueces y constitucionalistas, del Consejo General del Poder Judicial, de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia, perdemos todos.
En los años de democracia en España pocas leyes han apoyado directamente el matrimonio; en los gobiernos socialistas ninguna (llamar apoyo a la familia a repartir cuatro euros para ordenadores me parece pretencioso). Se ha legislado más bien contra ella; el divorcio-express sería la última; por eso me deja perplejo que, según el gobierno de Zapatero, aprobar el matrimonio homosexual sea una medida de apoyo a la familia, ya que amplia su concepto; eso es difícil de creer. Con amigos así, la familia no necesita enemigos. Sería más sincero reconocer que no creen en el matrimonio. Con esta reforma se pretende un giro copernicano y revolucionario; se opone a la Declaración Universal de Derechos Humanos (aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948); su artículo 16 dice que “los hombres y las mujeres -es el único artículo en que hace una distinción de sexos-, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia”. Significaría que España corta amarras con lo que piensan sobre el matrimonio la mayor parte de los Estados y culturas del mundo. También el artículo 32.1 de la nuestra propia Constitución hace una distinción de sexos al decir: "el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica"
Si ampliamos así el matrimonio, queda desdibujado; de igual modo que si metemos a las ONG en la legislación de las sociedades anónimas, ¿va a quedar clara la misión de las ONGs? ¿no hemos desdibujado el concepto de “Sociedad Anónima? Tendremos que dar explicaciones continuamente de qué tipo de Sociedad Anónima es la nuestra.
El censo de Población de 2001 contabilizó por primera vez las parejas homosexuales en España: 10.474 parejas del mismo sexo, es decir, el 0,11% del total de 9,5 millones de parejas, una cifra a años luz del tan repetido 10% de población homosexual, y también muy por debajo del 2-3% que apuntan los estudios más serios disponibles. No parece que vayan a casarse más, pues es poco creíble que las que han preferido no identificarse en el censo, con las garantías de confidencialidad que tienen, vaya a animarse a un acto público y notorio como es el matrimonio. Una minoría en todo caso. Si ampliamos el matrimonio a esta minoría (las personas del mismo sexo), también hay que abrirlo a otras minorías: el llamado matrimonio incestuoso, entre hermanos, es reclamado por personas que se han enamorado y posteriormente han descubierto que tenían un mismo padre o madre. El matrimonio heterosexual polígamos entre tres, cuatro o más personas lo defienden minorías musulmanas y algunos mormones. El matrimonio polígamo homosexual incestuoso intergeneracional entre, pongamos un ejemplo, abuela, madre y nieta, podría ser el siguiente objetivo del pensamiento débil que, ahorrándose la tarea de pensar, te pasan la carga de la prueba con un “¿Y por qué no?” No habría más límite que el de nuestra voluntad, pero, ¿no tendríamos que aceptar, si admitiéramos estas combinaciones, que el matrimonio sería ya algo irreconocible? Si todo es familia, al final la familia no es nada.
El Estado no puede obligar a que haya familias estables con un padre y una madre, pero si puede reconocer que la familia estable es lo que más beneficia a los hijos y por tanto que al ser bueno para la sociedad, se proteja. Incluso aunque no suene progresista.
La manifestación del día 18 quiere que se escuche a las familias en la calle porque las autoridades gubernativas no han querido recibir a las familias que han entregado ya más de 500.000 firmas en esta Iniciativa Legislativa Popular en favor del Matrimonio y la Infancia. Es una llamada de atención a toda la sociedad para que recordemos que la familia sí importa; no juzgo casos singulares sino que defiendo instituciones jurídicas que son necesarias independientemente de que cada uno pensemos de un modo u otro. Pretende avisar de que con una reforma revolucionaria de una manera rápida y sin oír a los interesados, en contra de la opinión autorizada de las Asociaciones más representativas de las Familias, de centenares de jueces y constitucionalistas, del Consejo General del Poder Judicial, de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia, perdemos todos.
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