PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE AMANDO DE MIGUEL “ENTRE LOS DOS SIGLOS”, EN EL TEATRO MIRA DE POZUELO DE ALARCÓN, EL DÍA 11 DE ENERO DE 2006, POR BLAS CAMACHO ZANCADA
“… El pensamiento dominante es el conjunto de fuerzas económicas y culturales que se dicen progresistas y que controlan el grueso de los medios de comunicación en su más amplio sentido. El “pensamiento dominante” ha llevado a que el Gobierno socialista actual (su caracterización más visible) se contamine de un extraño complejo de Penélope, por el que haya que deshacer todo lo que hizo el PP en el Gobierno. Esa obsesión desplaza la ejecución de muchas reformas necesarias. Por cierto, la tal Penélope (la mujer de Ulises, no la actriz) está muy lejos de comprender el símbolo de la fidelidad conyugal, con el que ha pasado a la leyenda.
Digo pensamiento, mejorando lo presente, porque se despliega un ramillete de ideologías disparatadas. Se expresa a través de palabras huecas y sesquipedálicas con el acento tónico en la primera sílaba: solidaridad, multiculturalismo, antiglobalización, alianza de civilizaciones. Al final, todo es simplicísimo: se trata de oponerse a los Estados Unidos y en general a los valores consagrados de la cultura occidental. Parece una idea suicida. Peor, es una idea cretina. Pero es la que domina en los cuarteles intelectuales. Con lo que nos ha costado ingresar en el club de “los aliados” (las democracias establecidas), y ahora nos fascinan otra vez las dictaduras y los populismos. Bueno, fascinan a nuestro Gobierno. Siempre hay un lelo que, con sonrisa beatífica, se siente encandilado al ver las circunvoluciones que dibuja la trayectoria del vuelo del moscardón”.
“… El pensamiento dominante
Digo pensamiento, mejorando lo presente, porque se despliega un ramillete de ideologías disparatadas. Se expresa a través de palabras huecas y sesquipedálicas con el acento tónico en la primera sílaba: solidaridad, multiculturalismo, antiglobalización, alianza de civilizaciones. Al final, todo es simplicísimo: se trata de oponerse a los Estados Unidos y en general a los valores consagrados de la cultura occidental. Parece una idea suicida. Peor, es una idea cretina. Pero es la que domina en los cuarteles intelectuales. Con lo que nos ha costado ingresar en el club de “los aliados” (las democracias establecidas), y ahora nos fascinan otra vez las dictaduras y los populismos. Bueno, fascinan a nuestro Gobierno. Siempre hay un lelo que, con sonrisa beatífica, se siente encandilado al ver las circunvoluciones que dibuja la trayectoria del vuelo del moscardón”.
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