Dan ganas de llorar, porque se pierden miles, millones de vidas estupendas de personas magníficas que dejarán de disfrutar de nuestra maravillosa existencia, de aportar el valor infinito de la dignidad de cada una; un torrente inmenso de cariño, de ingenio, de arte, de solidaridad, de progreso que deja de fluir, que vuelve reseco un enorme cauce y yermos extensísimos campos de la Historia. Dan ganas de llorar, las lacras que agostan la alegría de vivir de las mujeres que se revuelven contra sí mismas, las manos ensangrentadas de los médicos que traicionan su preciosa vocación, las mentes encallecidas de los políticos y periodistas que fomentan la destrucción, los corazones endurecidos de mis contemporáneos. Dan ganas de llorar los argumentos que se esgrimen. Adaptarse a las leyes de los países del entorno , ¿es justificación suficiente para matar? Los derechos de las mujeres , ¿son motivo suficiente para negar a otros seres humanos, hombres y mujeres, el más básico derecho a la vida? L...