Carta al Director de IDEAL Granada de Miguel Ángel Loma Pérez, hoy 29 de octubre de 2007
Sr. Director de IDEAL: Con su documental 'Una verdad incómoda', sobre la amenaza de un terrible cambio climático a causa de los desastres de la civilización, Al Gore, ex vicepresidente de los EE UU y reciente premio Nobel de la Paz, se ha erigido en máximo referente del ecologismo progresista; como también, en paradigma de la incoherencia, porque además de ser propietario de una empresa de zinc que contamina lo suyo, posee una excelente mansión cuyo consumo energético es veinte veces mayor que el del hogar medio norteamericano. Pese a tan modesta choza, anda el hombre de país en país difundiendo su verdad incómoda y dando conferencias como la que impartió en Canarias este verano por la módica retribución de 240.000 euros. Sobre el citado documental, un juez británico ha sentenciado que, si bien parte de cuatro hipótesis comprobadas, se incluyen nueve afirmaciones no demostradas científicamente, además de contener un claro sesgo político, una visión alarmista, exagerada y unilateral, y un tratamiento apocalíptico que sienta como dogmas afirmaciones que no han sido contrastadas o que incluso han resultado rebatidas. Es decir, que más que una verdad incómoda, lo de Gore es una verdad a medias, o una mentira, pero mentira muy rentable. Y como muestra ahí está el 'Gobierno de España' del presidente Zeta que acaba de comprar 30.000 copias del documental por 580.000 euros, para distribuirlas por todos los colegios.
Detectar auténticas verdades incómodas es algo relativamente fácil en nuestro tiempo, pero el efecto que produce su denuncia, haya o no documental de por medio, actúa en sentido adverso de lo que está sucediendo con Gore: ni premios, ni reconocimientos, ni conferencias millonarias, ni apoyos del progresismo, ni Oscar, ni Nobel de clase alguna; sino todo lo contrario. Si alguien quiere descubrir una verdad incómoda de alcance universal yo le brindo la siguiente: el macabro negocio del aborto aceptado socialmente como una conquista de la humanidad y vendido como un avanzado derecho a la salud reproductiva. Esa sí que es una verdad incómoda y de efectos devastadores con los seres humanos más indefensos, que el ecologismo progresista bendice y promociona con toda paz.
Sr. Director de IDEAL: Con su documental 'Una verdad incómoda', sobre la amenaza de un terrible cambio climático a causa de los desastres de la civilización, Al Gore, ex vicepresidente de los EE UU y reciente premio Nobel de la Paz, se ha erigido en máximo referente del ecologismo progresista; como también, en paradigma de la incoherencia, porque además de ser propietario de una empresa de zinc que contamina lo suyo, posee una excelente mansión cuyo consumo energético es veinte veces mayor que el del hogar medio norteamericano. Pese a tan modesta choza, anda el hombre de país en país difundiendo su verdad incómoda y dando conferencias como la que impartió en Canarias este verano por la módica retribución de 240.000 euros. Sobre el citado documental, un juez británico ha sentenciado que, si bien parte de cuatro hipótesis comprobadas, se incluyen nueve afirmaciones no demostradas científicamente, además de contener un claro sesgo político, una visión alarmista, exagerada y unilateral, y un tratamiento apocalíptico que sienta como dogmas afirmaciones que no han sido contrastadas o que incluso han resultado rebatidas. Es decir, que más que una verdad incómoda, lo de Gore es una verdad a medias, o una mentira, pero mentira muy rentable. Y como muestra ahí está el 'Gobierno de España' del presidente Zeta que acaba de comprar 30.000 copias del documental por 580.000 euros, para distribuirlas por todos los colegios.
Detectar auténticas verdades incómodas es algo relativamente fácil en nuestro tiempo, pero el efecto que produce su denuncia, haya o no documental de por medio, actúa en sentido adverso de lo que está sucediendo con Gore: ni premios, ni reconocimientos, ni conferencias millonarias, ni apoyos del progresismo, ni Oscar, ni Nobel de clase alguna; sino todo lo contrario. Si alguien quiere descubrir una verdad incómoda de alcance universal yo le brindo la siguiente: el macabro negocio del aborto aceptado socialmente como una conquista de la humanidad y vendido como un avanzado derecho a la salud reproductiva. Esa sí que es una verdad incómoda y de efectos devastadores con los seres humanos más indefensos, que el ecologismo progresista bendice y promociona con toda paz.
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