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Me ha sorprendido que se confirmara el éxito del PSOE; aunque un pelín rebajado. Si no se puede hacer peor y aún así ganan... También el nivel de descenso del PP; aunque méritos han hecho muchos.También me ha sorprendido el avance de Ciudadanos; yo que pensaba que iban poco menos que a desaparecer. También la resistencia; aunque a la baja, de Podemos; la resistencia, al alza, de los nacionalistas vascos y catalanes. Y un poco; pero solo un poco, que VOX no haya llegado a los 30.
Sorpresa. Se ve que mi confianza en mis compatriotas es una ilusión, y que se confirma que vivo en una sociedad enferma. La verdad es que pistas hay de sobra como para haberme dado cuenta: la aceptación social del aborto, el relativismo moral, el individualismo insolidario, la cultura de la subvención, la inversión del principio de subsidiariedad, la deconstrucción de la familia, la descristianización de la sociedad, la implantación de la ideología de género, el nacionalismo de boina, el invierno demográfico, la postverdad...
Hay mucho que hacer en los terrenos espiritual, cultural, social, solidario, además del político, en el que estarán los profesionales de la cosa lamiéndose la heridas. Porque hay papelones para todos.
El papelón principal lo tiene el PSOE, y con él todos los españoles. ¿Cómo sacar adelante la investidura? ¿Cómo gobernar en minoría y con tanta fragmentación? y, sobre todo, ¿Cómo va a resolver los difíciles retos que tiene delante? Recordemos que su coalición "Frankenstein" no fue capaz de aprobar unos presupuestos. Las trampas que tiene delante son muchas; aunque es verdad que lo de Pedro Sánchez roza lo milagroso y, broma aparte, habrá que estudiarlo.
Ciudadanos tiene el papelón de decidir a qué juega: ¿a gobernar con el PSOE? ¿A seguir a la intemperie de la oposición? No ha logrado superar a un PP en horas bajas, que se mantiene como la minoría mayoritaria, a pesar de la debacle. ¿Hasta dónde llega la sociedad urbanita y moderna que parece su público objetivo?
El PP tiene un papelón en sí mismo. ¿Quo vadis? ¿Qué eres, qué quieres? Hay elecciones en mayo y no creo que se mueva nada hasta entonces; pero después... Después puede haber una nueva refundación, y veremos qué pare la montaña. Y ya sabemos lo difícil que es invertir la tendencia y quitarse el olor a muerto.
Podemos tiene el papelón de la encrucijada. Tiene pendiente consolidarse más allá de su líder y decidir cómo jugar unas bazas insuficiente para casi todo. El movimiento anticasta está amenazado por su aburguesamiento, la volatilidad de los antisistema, el caballo de Troya de los comunistas y el apetito voraz del socialismo. No basta para gobernar, no puede liderar la oposición, y vivir de acampada acaba cansando.
VOX quiso hacer creer, muchos lo creyeron, y quizá se lo creyó, que iba a subir dos peldaños de un salto, y ha subido uno. No hay que lamentarse, el primer peldaño es el más difícil de subir. Ahora tendrá que juzgar sus bazas; será un juego menos épico, más tedioso, el juego parlamentario; porque el "España y por los españoles" no da más de sí. Pero en tiempos en los que los parlamentos han perdido protagonismo en beneficio de la acción directa de los jefes ejecutivos, la reivindicación del parlamentarismo y de la sede de la soberanía nacional puede darles alas.
Me gustaría que, después de este éxtasis de democracia formal, dejáramos la política-espectáculo para las series de streaming, y se empezase a gobernar para los ciudadanos. Soy un iluso, lo se; un pobre iluso. Por eso, mientras tanto, trabajemos a pie de calle por cambiar el mundo sin esperar que papá Estado nos lo de todo hecho. Es más, contando con que papá Estado va a ser, frecuentemente, un obstáculo morrocotudo.
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