Foto atarifa CC |
Dentro de estos cambios, he intentado establecer algunas tradiciones, como la entrada de Navidad, la de aniversario del blog, etc. Costumbres que no mantengo sistemáticamente, como se ha podido comprobar este mismo año. Otra de estas tradiciones es dar un repaso a los libros leídos durante el año. Como lector indisciplinado y olvidadizo, el primer sorprendido del resultado soy yo.
Soy lector lento y sin tiempo para leer libros -otras cosas sí, me paso el día leyendo-, por eso llevo unos años sin alcanzar mi meta libro por mes. Este 2018 han sido 10, 3.181 páginas en total.
Uno de mis propósitos frecuentemente incumplidos consiste en leer cosas que se supone que un europeo culto debe leer. En esta línea se encuentran tres de las obras de este año: El Vizconde demediado, de Ítalo Calvino (ed. Buguera); La hija del capitán, de Pushkin (ed. Salvat) y Un mundo feliz, de Aldous Huxley (Plaza & Janés). Un italiano, un ruso y un británico, muy distintos entre sí, aunque los tres con su moraleja. Calvino me ha sorprendido, Pushkin me ha encantado y Huxley es tan actual que desconcierta.
El cinco inicial se completa con la segunda y tercera parte de la trilogía de Robert Harris sobre Cicerón, que dejé incoada el año anterior: Conspiración (Debolsillo) y Dictador (Grijalbo). Un Cicerón bastante distinto al que recuerdo después de leer La Columna de Hierro, y no se con cual quedarme.
La joya, el verdadero hallazgo del año ha sido Imperiofobia y leyenda negra. Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio español, de María Elvira Roca Barea (Siruela). De hecho, a lo largo de su lectura he llegado a escribir dos entradas de blog. IMPRESCINDIBLE.
Otros dos son biografías leídas por mi trabajo de comunicador institucional: la muy periodística En la Tierra como en el Cielo. Historias con alma, corazón y vida de Javier Echevarría, del prometedor Álvaro Sánchez León (Rialp); y la más convencional ¿Te atreverías a ir a Chile? Semblanza de Alfonso Rodríguez, de Cristián Sahli (Rialp también).
Pentateuco y Libros históricos, de Francisco Varo (EUNSA) cubre el apartado de formación teológica continuada; mientras Amor y autoestima, de Michel Esparza (Rialp), el del cultivo del alma, que falta hace.
El cambio de año me pilla con 1936. Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular, de los profesores Álvarez Tardío y Villa García (ESPASA), a medio leer; pero de este y -espero- otros más, hablaremos dentro de doce meses, si Dios quiere.
¡Felices lecturas 2019!
Comentarios
Footwear photo editing services
Background Removal Service