Lo prometido es deuda. Este verano he conocido, además de a otras muchas personas, a Albert Masó. Tenemos en común algunas cosas, el nombre, haber vivido años estupendos en Badalona, haber formado parte del supremo Club Obenc... No sé si Albert celebró su santo como yo -y muy pocos otros- ayer, san Alberto de Sicilia; aunque no me extrañaría.
Pero a lo que iba, prometí a Albert visitar la página web de sus padres, cosa que ya hice, y escribir una entrada en este blog sobre ella, cosa que estoy haciendo ahora. Esto me da ocasión para hablar de dos libros sobre la familia y el matrimonio, un tipo de ensayos, fresco, ágil y divertido, que se hace hoy más necesario que nunca.
Pues bien, Bárbara y Alberto han abierto la página Familia y amor, para lanzar su libro ¿Mi hijo? ¡Ni caso!, un libro vivencial de fuertes raíces experimentadas y con gran dosis de amor.
Pero a lo que iba, prometí a Albert visitar la página web de sus padres, cosa que ya hice, y escribir una entrada en este blog sobre ella, cosa que estoy haciendo ahora. Esto me da ocasión para hablar de dos libros sobre la familia y el matrimonio, un tipo de ensayos, fresco, ágil y divertido, que se hace hoy más necesario que nunca.
Pues bien, Bárbara y Alberto han abierto la página Familia y amor, para lanzar su libro ¿Mi hijo? ¡Ni caso!, un libro vivencial de fuertes raíces experimentadas y con gran dosis de amor.
Del otro libro, ahora caigo, ya hablé: se trata de ... y fueron felices; pero nunca está de más recordarlo.
Un afectuoso saludo, Albert; pasé un rato magnífico contigo y tus amigos en La Garrotxa.
Comentarios
Un saludo.
Me está resultando complicado ese equilibrio de funambulista cariño-autoridad-comprensión. Estoy en estos momentos en los que empiezan a volar casi de vez y lo de la libertad no es una bella palabra sacada de un poema de la cuerda del Romanticismo. Libres. Dios nos ha creado libres. Cuesta educar con criterios firmes, dejar que se la peguen sin romperse la sesera y esperar... y que sepan que sigues ahí, que los has amado y los amarás siempre. Y que no confundan el amor con el mimo... que , en el fondo, no deja de ser una dejación de nuetros deberes. Cuesta y cansa. Es que es la verdad. Cansa...Ya sé que es la tarea más importante que tenemos entre manos. Y que primero, por encima de todo, aprenden del amor mutuo de los padres ( léase el jefe y yo)que vamos arañando ratitos para que la cotidianeidad no nos succione. Fray ejemplo, Alberto...
Perdón por la epístola. No conocía el libro y va a formar parte de la biblioteca. Seguro. A ver si lo encuentro en Tarraco.
Un saludo y gracias.
Por cierto. Están en casa unos días cuatro sobrinos badalonencs. Bona terra...
Cierto, la libertad no es una excusa poética, es un riesgo: he ahí su grandeza.
Un saludo y muchas gracias.