Ha empezado la cuenta atrás, queda un año para la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid. Como también queda un año para mis cincuenta, no es que esté pensando en que esta cita sea para mí; pero resulta que hace unos días, siguiendo con la gente interesante que he conocido este verano, estuvo comiendo en mi casa D. Javier Cremades, un sacerdote espectacular por muchas razones, y no lo es menos por ser el encargado de los actos públicos de la JMJ, es decir, de los grandes montajes, de los mil obispos, los diez mil sacerdotes, los veinte mil voluntarios y los dos millones de jóvenes que irán a la Villa y Corte a estar con el Papa Benedicto XVI.
Hace tiempo me animaron a entrar en el grupo JMJ de facebook, hace poco en otro de blogueros con el Papa, luego Nandinho me invita a visitar blogueros con la JMJ Madrid 2011, y vía El Patio me llega el vídeo El Alma de Madrid.
D. Javier, por su parte, nos contó las iniciativas a lo grande que está poniendo en marcha: casullas para todos los sacerdotes, 40 capillas para la exposición del Santísimo, convertir el Parque del Retiro en Parque de la Reconciliación a base de cientos de confesonarios portátiles... Y lo cuenta como si tal cosa, sentado cuan grande es; aunque al final reconoció que, a veces, le dan punzadas de angustia.
Fue una comida y una sobremesa de las que ensanchan horizontes y vuelven las almas magnánimas. Los que seáis jóvenes, no podéis dejar pasar esta oportunidad.
Wikio
Hace tiempo me animaron a entrar en el grupo JMJ de facebook, hace poco en otro de blogueros con el Papa, luego Nandinho me invita a visitar blogueros con la JMJ Madrid 2011, y vía El Patio me llega el vídeo El Alma de Madrid.
D. Javier, por su parte, nos contó las iniciativas a lo grande que está poniendo en marcha: casullas para todos los sacerdotes, 40 capillas para la exposición del Santísimo, convertir el Parque del Retiro en Parque de la Reconciliación a base de cientos de confesonarios portátiles... Y lo cuenta como si tal cosa, sentado cuan grande es; aunque al final reconoció que, a veces, le dan punzadas de angustia.
Fue una comida y una sobremesa de las que ensanchan horizontes y vuelven las almas magnánimas. Los que seáis jóvenes, no podéis dejar pasar esta oportunidad.
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