San Pablo en el Areópago Rafael Sanzio (1515-1516 ) Londres, Victoria & Albert Museum He releído recientemente el discurso de San Pablo en el Areópago de Atenas * y me ha fascinado su actualidad: es un ejemplo plenamente útil para la comunicación de la fe en el Occidente contemporáneo. Atenas Atenas. Año 52 d.C. 16 o 19 años después de la muerte y resurrección de Cristo. Algo así como si estos hechos fundamentales hubieran ocurrido en 2000 y Pablo llegase a Atenas hoy. En realidad, menos tiempo, porque entonces todo iba mucho más despacio que ahora, y 17 años entonces eran un ayer. Atenas era una ciudad en decadencia . Aún conservaba el aura de capital cultural del Mundo; pero el centro de poder y cultura se había desplazado hacia el oeste, a Roma. Un ejemplo con todas sus limitaciones, como si habláramos hoy de París y Nueva York. En Atenas se mezcla un materialismo desencantado y un sincretismo religioso que resulta en un relativismo muy parecido al de hoy día e
Elementos para el debate de ideas y la acción por el Hombre
Comentarios
Saludos Andreu40.
Si conoces al autor, mándale mis agradecimientos y felicitaciones, mi hermano que es periodita, lo entrevistó allá
Saludos
He visitado tu blog, me ha gustado mucho y lo he añadido a mis blogs amigos.
Saludos
Quizás le sirva para enriquecer la descripción de su estremecedor diablo el pintarlo con una característica que le atribuye Ratzinger: la de carecer de rodillas. La incapacidad de arrodillarse aparece, por decirlo de alguna manera, como la esencia misma de lo diabólico, dada su radical y absoluta aversión a la adoración. Si la función crea el órgano, el desuso lo entumece... hasta su extinción.
Puse Ratzinger, pues lo escribió antes de ser BXVI.