¡OJO! ¡CUIDADO! Esta entrada es escandalosa, transgresora, rompedora, seguramente polémica y puede dañar la falta de sensibilidad de políticamente correctos, laicistas, metrosexuales, tolerantes y demás fauna de principios de milenio. Se trata de la ORACIÓN que el REY BALDUINO de los belgas llevaba siempre en el bolsillo para rezarla con frecuencia. Incomprensible para radical-consumistas. Haz la prueba y descubre de qué lado estás. Yo, no cuento para nada Yo Qué importa si he de beber un amargo cáliz Y si mi corazón hasta la muerte triste está Puesto que eres tú, Jesús, quien quiere el sacrificio, Yo no tengo que contar. Tanto, Jesús mío, si dejas caer tu velo y me muestras tu belleza y en tus brazos he de sentirme estrechar o bien del cielo oscurecido cada estrella me quieres ocultar; Qué me importa si yo no tengo que contar. Dáme, Jesús, tu paz o tu tormenta, corona mis esfuerzos, o no me apoyes más bajo el peso del dolor, ya se incline mi cabeza; Qué me importa, si yo no tengo q...