Un dramático testimonio de adicción a la cocaína, por Raúl Espinoza Aguilar | yoinfluyo.com
"En mi profesión me iba bastante bien. Me dedicaba a la venta de computadoras en gran escala. Realicé buenos contratos con importantes empresas y gané bastante dinero, no lo puedo negar.
Sin embargo, casi en forma inconsciente, en mi vida se introdujo el consumo de alcohol. Si lograba realizar buenas ventas, como recompensa, acostumbraba tomar algunas copas, ¡había que celebrarlo!
Por el contrario, si me iba mal o no llegaba a las metas planeadas, acudía también al alcohol para olvidar mi frustración. Al principio, sólo bebía en los fines de semana, pero luego, lo comencé a hacer también entre semana.
Un día un antiguo compañero de la universidad, Nacho, me invitó a probar el ‘crack’, la ‘base’ o la ‘piedra’, como le llaman. Me llevó a un departamento de lujo y me presentó a su dueño, Gustavo". [SIGUE]
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