Los periódicos en papel gozan aún, creo, de presunción de seriedad, al menos en España. Sin embargo, dan gato por liebre cada vez en mayor proporción. Cada sección debería llevar una nota de advertencia, como los medicamentos, que informara de sus virtudes y, sobre todo, contra indicaciones.
Una sección particularmente tóxica es la contraportada. Desde que se ha puesto de moda entrevistar ahí a toda clase de personajes, poco documentados por lo general, uno cierra el periódico con mal sabor de neuronas, las más de las veces. ¡Y ciudado!; porque en verano estas entrevistas se multiplican como las medusas en las playas.
Por ejemplo, el pasado domingo en mi diario de cabecera Arantza Furundarena entrevista a Antonia San Juan, al parecer famosa actriz local, que desgrana con gran rotundidad una sarta de memeces de grueso calibre. Y aquí está la cuestión: que el lector desapercibido puede tomar estas "declaraciones" como fundadas en razón.
Para no alargar, me quedo con la que da lugar al titular: "El aforamiento es dar por hecho que vas a delinquir".
Como estas entrevistas andan cojas de currículos -por razones obvias-, ignoro si la señora San Juan tiene estudios de Derecho; pero permítaseme ponerlo en duda. El aforamiento lo que da por hecho es que alguien, por la excesiva visibilidad y la trascendencia de su función pública, va a ser fácilmente denunciado. Precisamente por ese elevado riesgo de fiscalización y por la relevancia de su trabajo, se le protege un poco más que a los demás de la voracidad justiciera del resto, en especial de sus contrincantes políticos. No hay más que ver cómo en España el recurso a la razón es relevado por el recurso a los tribunales para comprenderlo.
Otra cosa es que los aforados, además, delincan; pero eso es una perversión del sistema, igual que preguntarle según qué cosas a la señora San Juan e imprimirlas en un diario como si fueran algo serio.
foto atarifa |
Por ejemplo, el pasado domingo en mi diario de cabecera Arantza Furundarena entrevista a Antonia San Juan, al parecer famosa actriz local, que desgrana con gran rotundidad una sarta de memeces de grueso calibre. Y aquí está la cuestión: que el lector desapercibido puede tomar estas "declaraciones" como fundadas en razón.
Para no alargar, me quedo con la que da lugar al titular: "El aforamiento es dar por hecho que vas a delinquir".
Como estas entrevistas andan cojas de currículos -por razones obvias-, ignoro si la señora San Juan tiene estudios de Derecho; pero permítaseme ponerlo en duda. El aforamiento lo que da por hecho es que alguien, por la excesiva visibilidad y la trascendencia de su función pública, va a ser fácilmente denunciado. Precisamente por ese elevado riesgo de fiscalización y por la relevancia de su trabajo, se le protege un poco más que a los demás de la voracidad justiciera del resto, en especial de sus contrincantes políticos. No hay más que ver cómo en España el recurso a la razón es relevado por el recurso a los tribunales para comprenderlo.
Otra cosa es que los aforados, además, delincan; pero eso es una perversión del sistema, igual que preguntarle según qué cosas a la señora San Juan e imprimirlas en un diario como si fueran algo serio.
Comentarios
Lo siento, no he podido resistirlo...