Llevo meses leyendo, poco a poco, «¿Qué estás mirando?», de Will Gompertz, y reconozco que estoy aprendiendo mucho, disfrutando más y, sobre todo, desarrollando mi capacidad de mirar.
No voy a escribir sobre mis descubrimientos más interesantes, que podrían resumirse en liberarme del corsé de la realidad para mirar el interior del artista; sino sobre las anécdotas que podríamos definir con la colocación -en sentido lexicológico- de «parecidos razonables».
Ya puse hace tiempo en Equis un primer parecido que me vino a la mente entre una escultura de 1913 -que desmontó después su autor- y uno de los ¿personajes? de la Guerra de los Clones:
Un poco más adelante, Gompertz habla de Anthony Caro, quien, en un momento de su vida, se lanzó de cabeza al expresionismo abstracto. Pasados dos años de esta decisión radical, realizó «Una mañana temprano» (Early One Morning, 1962), «una construcción deforme con apariencia de andamio, hecha de varas metálicas y vigas que a primera vista parece el retorcido invento de un niño que se pone a montar cartones y limpiadores de pipas de fumar. Pero si se le da una segunda oportunidad, asombra», escribe Gompertz.La imagen de la izquierda es la escultura de 1913 «Martillo neumático», del artista futurista Jacob Epstein. La de la derecha es una imagen digital de un droide de batalla de #StarWars The Clone Wars, de 2008.
— Alberto Tarifa ﻥ ⚖️ 🧡 (@atarifa) February 28, 2024
Tal es el poder anticipador del #arte. pic.twitter.com/FMWbuaRaen
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