A los 48 años, de un cáncer fulminante. Ha sido un golpe tremendo, ¡con la falta que hacen personas como ella en este país encanallado!
No, no la conocía; aunque sí. La conocía por su biografía de Guadalupe Ortiz de Landázuri, La libertad de amar, un libro que te permite descubrir, de un solo golpe, dos almas grandes, la de la biógrafa y la de la biografiada. Si una biografía une de un modo u otro a dos personas, ahora están más unidas que nunca.
Berta Sánchez Lasheras, licenciada en Filología Hispánica, escribió ayer en Diario de Navarra el artículo "Cristina Abad, periodista, escritora y crítica cinematográfica". No tengo nada que añadir.
"Cristina Abad, periodista, escritora y crítica cinematográfica, experta en comunicación corporativa, falleció en Sevilla el día 26 de septiembre a causa de un cáncer rápido y agresivo.
A lo largo de su vida fueron muchas las visitas que realizó a Pamplona, que fue para ella referente profesional y humano.
Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra y máster de Guión y Creatividad por la Universidad de Sevilla, subdirectora de FilaSiete, revista de crítica de cine, series y cultura audiovisual.
Una personalidad muy completa, con la madurez que dan 48 años llenos de energía, entusiasmo, sensibilidad y alegría. El final de su vida ha sido tan inesperado como el the end de una película de misterio, como misteriosa es siempre la muerte, en cualquier momento.
Nacida en Madrid, andaluza de sangre y profesión, su paso por la Universidad de Navarra marcó la inquietud cultural y la profesionalidad que han acompañado su vida y su carrera. Desde los primeros años de estudiante su conversación era profunda e inspiradora. Amante de la poesía de Luis Rosales, las canciones de Silvio Rodríguez y Luis Eduardo Aute. Su libro de cabecera era Ciudadela, obra en la que Saint-Exupéry plasma con mayor claridad su mundo interior y su filosofía de vida e insiste en uno de los temas recurrentes en toda su obra: la necesidad de volver a la esencia de las cosas y encontrar un orden social y espiritual a través de la fe y la experiencia humana.
Hace apenas dos años publicó La libertad de amar, biografía de Guadalupe Ortiz de Landázuri, la primera laica del Opus Dei en subir a los altares: una de las cinco mujeres que en 1933 se matricularon en Químicas en la Universidad Central de Madrid, y una de las primeras que se sumaron a san Josemaría Escrivá en su empeño por difundir la llamada universal a la santidad de todos los cristianos. Cristina calificaba a Guadalupe como una mujer pionera, profesional, libre, generosa, humilde y alegre y estos son, precisamente, los adjetivos que le definen a ella. Muchos lo sabían –lo han dicho también estos días-: se estaba muy bien en su compañía; fue gran periodista, profesional y amiga.
Gracias por todo, Cristina, y resérvanos una buena fila allá arriba."
Que nos reserve la fila siete.
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Foto obtenida de FilaSiete
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