El proceso de compra de un coche nuevo empieza a dar para una buena historia, así que vamos adelante.
Tengo un IBIZA de 2002 (16 años cuando escribo, responde al apodo Halcón Milenario), tres puertas, muy baqueteado por dentro y por fuera. Incómodo para viajar tres o cuatro personas. Muy bien de motor, solo 150.000 kms., en buenas condiciones mecánicas porque se ha cuidado bien. Para la compra del nuevo, el concesionario lo tasa en 300 €. Vale. Supongo que aún debo dar gracias por no tener que pagar para que se lo queden.
Todo iba muy bien hasta que tengo que cambiar por sorpresa las condiciones de financiación. Salgo perdiendo algunos incentivos. Vale, venga, si lo llego a saber antes... Sigamos.
El coche nuevo va a estar en dos semanas. Bueno, dos semanas pasan pronto. O tres... ¿Tres? Consíguelo en dos, por favor.
Han pasado más de tres semanas y el concesionario no tiene ni idea de cuándo entregará el vehículo, perfectamente identificado desde hace quince días cuando escribo.
Parece ser que la logística de SEAT está desbordada, mi concesionario tiene problemas con todos los clientes por lo mismo, y no puede hacer nada para acelerar el proceso, solo reclamar y reclamar. No tienen modo de seguir la traza de un vehículo; cualquier tienda online sigue la pista de sus envíos, incluso de una simple funda de móvil, con más precisión.
Para premiar mi paciencia -en realidad, impaciencia-, soy nombrado cliente VIP y me regalan una camiseta oficial de la selección española de fútbol -que no necesito, si fuera de baloncesto...-.
No quería escribir nada porque el comercial que me atiende es estupendo, me ha preparado un coche estupendo en unas condiciones estupendas y no tiene culpa de que no llegue. Pero como necesito el coche ¡ya!, vuelco mi frustración en Twitter (que rebota en Facebook):
Curiosamente, a las dos horas recibo por correo una encuesta de satisfacción al cliente SEAT. ¿Casualidad? ¿Automatismos? La respondo, claro, en caliente. Entro en un sorteo de un viajeparados al Caribe -que no me interesa- y me regalan un incentivos-destacado-vehículo-nuevo_servicio-mantenimiento-preventivo-con-caducidad-un-año.
He autorizado a SEAT para que contacten conmigo a raíz de la encuesta. Les mantendré informados.
P.D. Esta misma tarde me llama el comercial para decirme que mañana llega a Granada el coche y que, si todo va bien, podré recogerlo el viernes por la tarde. ¿Una victoria más de las redes sociales? ¿Coincidencias?
P.D. segunda: el viernes 13 retiré por fin mi coche nuevo. Va estupendamente, y es muy bonito.
Tengo un IBIZA de 2002 (16 años cuando escribo, responde al apodo Halcón Milenario), tres puertas, muy baqueteado por dentro y por fuera. Incómodo para viajar tres o cuatro personas. Muy bien de motor, solo 150.000 kms., en buenas condiciones mecánicas porque se ha cuidado bien. Para la compra del nuevo, el concesionario lo tasa en 300 €. Vale. Supongo que aún debo dar gracias por no tener que pagar para que se lo queden.
Todo iba muy bien hasta que tengo que cambiar por sorpresa las condiciones de financiación. Salgo perdiendo algunos incentivos. Vale, venga, si lo llego a saber antes... Sigamos.
El coche nuevo va a estar en dos semanas. Bueno, dos semanas pasan pronto. O tres... ¿Tres? Consíguelo en dos, por favor.
Han pasado más de tres semanas y el concesionario no tiene ni idea de cuándo entregará el vehículo, perfectamente identificado desde hace quince días cuando escribo.
Parece ser que la logística de SEAT está desbordada, mi concesionario tiene problemas con todos los clientes por lo mismo, y no puede hacer nada para acelerar el proceso, solo reclamar y reclamar. No tienen modo de seguir la traza de un vehículo; cualquier tienda online sigue la pista de sus envíos, incluso de una simple funda de móvil, con más precisión.
Para premiar mi paciencia -en realidad, impaciencia-, soy nombrado cliente VIP y me regalan una camiseta oficial de la selección española de fútbol -que no necesito, si fuera de baloncesto...-.
No quería escribir nada porque el comercial que me atiende es estupendo, me ha preparado un coche estupendo en unas condiciones estupendas y no tiene culpa de que no llegue. Pero como necesito el coche ¡ya!, vuelco mi frustración en Twitter (que rebota en Facebook):
A la atención de Manuel Medina, director de distribución de vehículos terminados de @tuSEAT, hace más de tres semanas que firmé la compra de un coche nuevo y aún no se ni cuándo lo tendré. ¡Haga algo! ¡Quiero mi coche nuevo! ¡Lo necesito!— Alberto Tarifa ﻥ (@atarifa) 11 de julio de 2018
Curiosamente, a las dos horas recibo por correo una encuesta de satisfacción al cliente SEAT. ¿Casualidad? ¿Automatismos? La respondo, claro, en caliente. Entro en un sorteo de un viajeparados al Caribe -que no me interesa- y me regalan un incentivos-destacado-vehículo-nuevo_servicio-mantenimiento-preventivo-con-caducidad-un-año.
He autorizado a SEAT para que contacten conmigo a raíz de la encuesta. Les mantendré informados.
P.D. Esta misma tarde me llama el comercial para decirme que mañana llega a Granada el coche y que, si todo va bien, podré recogerlo el viernes por la tarde. ¿Una victoria más de las redes sociales? ¿Coincidencias?
P.D. segunda: el viernes 13 retiré por fin mi coche nuevo. Va estupendamente, y es muy bonito.
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