El pasado mes de septiembre, en un foro internacional, conté una anécdota que incluía el dicho, habitual en mi ciudad de acogida, según el cual " si un día no estás presenciando una procesión, es que tú estás en la procesión ". Al día siguiente, temiendo que se hubiera atribuido a la expresión cierto sentido peyorativo, en particular por parte de quienes desconocieran nuestros usos y costumbres meridionales, quise enmendar el yerro con otra anécdota, incoada esta vez por otro lugar común que asegura que " en Granada, si un jueves por la tarde no estás escuchando una conferencia, es que tú eres el conferenciante ". En esta segunda ocasión, fui tachado de exagerado; pero ya se sabe que los andaluces, -naturales o adoptivos- no exageramos, son los demás los que se quedan cortos, como recuerda aquel extraordinario anuncio de Cruz Campo . Y como prueba de la precedente aseveración, paso a relatar una semana cualquiera de mi vida en la ciudad de La Alhambra , la pasada...
Elementos para el debate de ideas y la acción por el Hombre