Voy a procurar ser mesurado en esta entrada, y no soltar sapos y culebras, que es lo que me sale; aunque he dejado pasar tiempo para enfriar el ánimo. Desde hace tiempo estoy convencido de que los políticos viven en un Matrix sin contacto con la realidad . Hablan, pontifican, denuncian y, lo que es peor, legislan con total desprecio de las consecuencias en el mundo real. Estoy hasta las narices de esa presunción de que todo lo que hacen los ciudadanos es malo porque está viciado por el interés individual y de que solo lo «estatal» es bueno y mea colonia. No se dan cuenta, porque no lo saben o lo han olvidado, cuánto cuesta sacar adelante cualquier iniciativa social y cuántos obstáculos pone el Estado. Ignoran las repercusiones de cada medida que toman, de cada cosa que dicen, en las personas reales cuyo bien dicen perseguir, y que efectivamente «persiguen» para perjudicarlo. Iñigo Errejón , Más País, son un ejemplo palmario. Un tipo dogradicto y lujurioso, auto proclamado adalid
Elementos para el debate de ideas y la acción por el Hombre