Por segundo año consecutivo he podido asistir a los actos -este año, más bien, al acto, cosa de los recortes, supongo- que organiza la Asociación de la Prensa de Granada . La verdad es que no está el humor para celebraciones. El acto en sí tiene toda la carga simbólica y reivindicativa de siempre, con la sobrecogedora cita, uno, por uno, de los nombres de los periodistas asesinados ese año en el mundo -más de 150, si no recuerdo mal-, y la lectura del manifiesto, centrado en los grandes principios de libertad, derecho de expresión y a la información, etc., que sustentan el lema de la ocasión: Sin periodistas no hay periodismo, sin periodismo no hay democracia . Pero las cabezas estaban más, este sábado 4 de mayo, en otro enemigo del periodismo menos ideológico pero más poderoso: la crisis económica, o quizá mejor, el economicismo de las empresas de comunicación, más pendientes de mantener los márgenes de negocio que la calidad de su producto; aunque esto suponga pan para hoy y ...