Ir al contenido principal

El periódico del domingo

Pasar un enclaustrado fin de semana en compañía de un molesto virus tiene, entre otras consecuencias, la de permitirte un placer que raramente me concedo a fondo: leer la prensa en papel con todo el tiempo por delante. Es lo que he hecho este sábado y domingo, hasta acabar con los dedos negros de tinta, porque los periódicos manchan.

Este raro placer me ha llevado, entre otras cosas, a dos conclusiones, una buena y otra mala, como en los chistes.

La buena es que hay gente que escribe maravillosamente. Mi género periodístico favorito es la Crónica, sea más o menos política, más o menos de actualidad, da igual. La Crónica, sobre todo si es humana, si habla de personas -lo mismo da si es un político, un empresario, un deportista, un delincuente-, pero también si explica las vías de financiación de un sangriento grupo revolucionario o el alcance del comercio ilegal en África -todos, y más, leídos estos días-, me encanta. Porque, además, ¡están tan bien escritas! Una delicia, y una envidia.

La mala. La mala consiste en que se encuentran muchos errores. Errores tipográficos, equivocaciones, olvidos, repeticiones. Y no solo en las páginas de deportes, tradicional caladero de la errata, donde la cosa llega a tener carta de naturaleza: he leído cómo el mismo jugador chutaba a puerta contraria y se estiraba frente a sí mismo para evitar un gol cantado; y hoy mismo he leído dos crónicas diferentes del mismo partido -afortunadamente con el mismo resultado-. No, la "errita" recorre los periódicos como un reguero de pólvora.

Ustedes podrán compartir o no lo primero, o pensar que tampoco es para tanto -lo segundo-; pero me ha venido a la mente un recuerdo del pasado. Cuando era un pipiolo, aprendiz de brujo en un despacho de abogados en mi ciudad natal (éramos dos los abogados), solía desayunar con un aún más joven periodista, rebosante de empuje y un veterano arquitecto de colmillo retorcido. Al arquitecto le gustaba mortificar al periodista descubriendo las erratas del periódico en que trabajaba -uno importante- mientras daba vueltas a la cuchara en el café con leche.

Es bueno tener aficiones; entre las mías están las buenas crónicas... y la caza de erratas. ¡Que aprenda de aquellas y evite estas, Señor!



Comentarios

sunsi ha dicho que…
Quizá porque fui correctora durante mucho tiempo o por fijación... La cuestión es que me pongo tan nerviosa cuando empiezo a recolectar erratas que al final se me olvida el contenido.
Hace muchos años, un ejercicio que les encantaba a mis alumnos era encontrar faltas de ortografía en recortes de periódico. Puntuaba, claro. El resultado era estremecedor.

Mejórate, Alberto. Supongo que te desplazarás a Madrid y tienes que estar en plena forma:)
Mi teoría es que hay lectores de forma y de fondo, con toda la variedad de grises. A los lectores de forma, las erratas, incongruencias, etc., nos saltan a la vista, como a un melómano le araña el oído un desafinar. Somos lectores lentos, leemos dos veces (si no queremos perder el sentido de las palabras) y disfrutamos el doble cuando lo escrito es maravilloso.

Puedo decir mucho sobre esto, quizá algún día lo haga. Me parece un tema apasionante para una tertulia de porche, al atardecer, mirando a un jardín o a un bosque -aún mejor-, con las personas adecuadas, naturalmente.

Gracias por la recomendación; pero estoy viendo que el virus me va a dejar en tierra...

Buen viaje desde Tarraco.

Populares

San Pablo en Atenas

San Pablo en el Areópago Rafael Sanzio  (1515-1516 )   Londres, Victoria & Albert Museum He releído recientemente el discurso de San Pablo en el Areópago de Atenas * y me ha fascinado su actualidad: es un ejemplo plenamente útil para la comunicación de la fe en el Occidente contemporáneo. Atenas Atenas. Año 52 d.C. 16 o 19 años después de la muerte y resurrección de Cristo. Algo así como si estos hechos fundamentales hubieran ocurrido en 2000 y Pablo llegase a Atenas hoy. En realidad, menos tiempo, porque entonces todo iba mucho más despacio que ahora, y 17 años entonces eran un ayer. Atenas era una ciudad en decadencia . Aún conservaba el aura de capital cultural del Mundo; pero el centro de poder y cultura se había desplazado hacia el oeste, a Roma. Un ejemplo con todas sus limitaciones, como si habláramos hoy de París y Nueva York. En Atenas se mezcla un materialismo desencantado y un sincretismo religioso que resulta en un relativismo muy parecido al de hoy día e

La toma de Quaragosh

El pasado jueves 8 de enero por la tarde me llegó por whatsapp un mensaje urgente pidiendo oraciones porque los islamistas del ISIS acababan de tomar la ciudad de Quaragosh , la que cuenta -o contaba- con más cristianos en Iraq. Según el mensaje, cientos de hombres, mujeres y niños estaban siendo decapitados en ese momento. Dicho así, me produjo tal congoja que empecé a pasarlo, hasta que decidí comprobar, acuciado por cierta sospecha . Procuro estar informado, y la toma de Quaragosh ese día no me cuadraba nada. Acudí a Twitter en busca de una fuente profesional sin encontrarla, y me fui dando cuenta de que la cadena de oración se iba remontando poco a poco en el tiempo , a días, semanas, meses atrás. Uno de los tuits (del 5 de enero) reconocía: " La noticia que colgué ayer de la ocupación de quaragosh en Irak, se produjo en agosto ". En efecto, el primer tuit alusivo anuncia el ataque a la ciudad en junio, y el siguiente, que informa de la toma y la masacre, es del 8 de ag

El aborto en los medios de comunicación españoles

Artículo de Alejandro Navas / profesor de sociología de la Universidad de Navarra / editado en arguments / jueves 24 de julio de 2008 Acaba de ser publicado el libro Mujer y realidad del aborto. Un enfoque multidisciplinar , que recoge las actas del I Congreso Internacional Multidisciplinar " Mujer y realidad del aborto " , celebrado en Cáceres en marzo de 2007. Con el texto de la ponencia titulada "El aborto en los medios de comunicación", del profesor Alejandro Navas . Navas ha elegido los periódicos El País, El Mundo, ABC, La Razón, La Vanguardia y El Periódico, que permiten recoger de modo suficiente el clima de opinión nacional. Y ha analizado todo lo que esos diarios han publicado sobre el aborto en los tres años precedentes. El tema de esta ponencia resulta complejo, por serlo el mundo de los medios de comunicación. Nos encontramos ante un fenómeno de gran amplitud y heterogeneidad: prensa -diarios y revistas-, radio, televisión, Internet, teléfono; medios