La petición en Change.org viene creada por Emilia Sánchez (Pozuelo de Alarcón - Castelló, Spain), por la Libertad de voto en la ley del aborto.
Es una pena que uno no pueda decir qué le parecen estas peticiones, cuando no quiere firmarlas sin más. Por eso la traigo aquí, donde puedo explicar porqué no firmo esta que, con apariencia de neutralidad, es claramente partidista en la cuestión del aborto. Con la apelación al voto en conciencia, pretende que algunos diputados del Partido Popular se desmarquen de la política del partido; suponiendo que eso no va a suceder en ninguno de los demás grupos parlamentarios.
Veamos algunas afirmaciones de la petición con las que no estoy de acuerdo, sin ánimo de ser exhaustivo.
¿No crees que en un tema tan personal para las mujeres como el aborto, cada diputado y diputada debe poder votar en conciencia y libertad, no atendiendo las órdenes de ningún partido?
No. No me parece un "un tema tan personal para las mujeres", sino un tema fundamental para toda la sociedad en su conjunto, porque afecta a la vida de todos los seres humanos, muchísimo más que a la intimidad de las mujeres; muchas de las cuales, además, por motivos de mucho peso, están contra el aborto y a favor de la vida.
La constitución española en sus artículos 79.3 y 71 establece que el voto de sus señorías es personal e indelegable.
No debemos olvidar que los diputados representan a los que los hemos elegido, lo que les obliga a votar, precisamente, lo que sus representados queremos que voten: no les hemos elegido para que voten "en conciencia", sino para que cumplan con su voto el mandato recibido por sus electores. Máxime, mientras no haya listas abiertas, por lo menos, y podamos votar a un candidato en función de su conciencia, y no solo según el programa electoral de su partido.
Pensando si deben permitir que las creencias de una parte mermen los derechos de todos, pero sobre todo de todas las mujeres.
Esta parte es particularmente insidiosa, al contraponer "creencias" con "derechos". Primero, las creencias son tan legítimas como las opiniones en el debate público. Segundo, en el caso del aborto, la defensa de la vida se basa en la Ciencia, no en creencias, mientras el abortismo emana del egoísmo -criminal en este caso-, no de derechos. No puede ser un derecho matar; menos aún matar a un ser humano. En realidad, son las "creencias" de los abortistas las que violan el derecho más fundamental de todos, hombres y mujeres, a la vida.
Podría destripar y triturar mucho más esta propuesta; pero no me apetece seguir haciéndole caso. Aprovecho para aportar dos enlaces que sí pueden interesar, porque ponen ideas y sensatez en este debate en el que los abortistas actúan retorciendo, hasta la náusea, las evidencias.
1. Artículo Cosas dichas y publicadas ayer sobre el aborto que conviene conocer a los profesionales de la comunicación, del especialista en comunicación Juan José García-Noblejas.
2. Entrevista en COPE al Ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón.
Es una pena que uno no pueda decir qué le parecen estas peticiones, cuando no quiere firmarlas sin más. Por eso la traigo aquí, donde puedo explicar porqué no firmo esta que, con apariencia de neutralidad, es claramente partidista en la cuestión del aborto. Con la apelación al voto en conciencia, pretende que algunos diputados del Partido Popular se desmarquen de la política del partido; suponiendo que eso no va a suceder en ninguno de los demás grupos parlamentarios.
Veamos algunas afirmaciones de la petición con las que no estoy de acuerdo, sin ánimo de ser exhaustivo.
¿No crees que en un tema tan personal para las mujeres como el aborto, cada diputado y diputada debe poder votar en conciencia y libertad, no atendiendo las órdenes de ningún partido?
No. No me parece un "un tema tan personal para las mujeres", sino un tema fundamental para toda la sociedad en su conjunto, porque afecta a la vida de todos los seres humanos, muchísimo más que a la intimidad de las mujeres; muchas de las cuales, además, por motivos de mucho peso, están contra el aborto y a favor de la vida.
La constitución española en sus artículos 79.3 y 71 establece que el voto de sus señorías es personal e indelegable.
No debemos olvidar que los diputados representan a los que los hemos elegido, lo que les obliga a votar, precisamente, lo que sus representados queremos que voten: no les hemos elegido para que voten "en conciencia", sino para que cumplan con su voto el mandato recibido por sus electores. Máxime, mientras no haya listas abiertas, por lo menos, y podamos votar a un candidato en función de su conciencia, y no solo según el programa electoral de su partido.
Pensando si deben permitir que las creencias de una parte mermen los derechos de todos, pero sobre todo de todas las mujeres.
Esta parte es particularmente insidiosa, al contraponer "creencias" con "derechos". Primero, las creencias son tan legítimas como las opiniones en el debate público. Segundo, en el caso del aborto, la defensa de la vida se basa en la Ciencia, no en creencias, mientras el abortismo emana del egoísmo -criminal en este caso-, no de derechos. No puede ser un derecho matar; menos aún matar a un ser humano. En realidad, son las "creencias" de los abortistas las que violan el derecho más fundamental de todos, hombres y mujeres, a la vida.
Podría destripar y triturar mucho más esta propuesta; pero no me apetece seguir haciéndole caso. Aprovecho para aportar dos enlaces que sí pueden interesar, porque ponen ideas y sensatez en este debate en el que los abortistas actúan retorciendo, hasta la náusea, las evidencias.
1. Artículo Cosas dichas y publicadas ayer sobre el aborto que conviene conocer a los profesionales de la comunicación, del especialista en comunicación Juan José García-Noblejas.
2. Entrevista en COPE al Ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón.
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