No sabía como titular esta entrada: "juguetes y sexo" me parecía una ordinariez por lo equívoco, y "juguetes sexistas" otra ordinariez por lo estúpido. Pero en eso andamos, como cada Navidad, con el sexo de los juguetes a vueltas.
El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) aprovecha estas fechas para hacer ver que hace algo y, de paso, dar otra vuelta de tuerca a la ideología de género, de la que es centro adoctrinador. Ya saben, esa según la cual entre mujeres y hombres no hay diferencias, y si las hay es por culpa de la sociedad, que perpetúa de mil modos -regalos incluidos- unos papeles atávicos que discriminan a las mujeres. Solo en este marco se entiende que un estudio del IAM concluya que el 80% de los regalos navideños "fomentan la desigualdad entre niños y niñas". ¿Fomentan o reconocen la desigualdad? Pregunto.
Con menos estudios y más sentido común, un comerciante de juguetes observa que los padres no se fijan en si los juguetes son "igualitarios", sino que compran lo que piden sus hijos. Con la misma ciencia objetiva que da la experiencia, una madre manifiesta que no se trata de "sexismo", sino que a los niños les gusta un tipo de juguetes y a las niñas otro, como ha sido siempre.
Así de simple.
Uno se pregunta si es que las señoras (y señores) del IAM no tienen hijos.
El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) aprovecha estas fechas para hacer ver que hace algo y, de paso, dar otra vuelta de tuerca a la ideología de género, de la que es centro adoctrinador. Ya saben, esa según la cual entre mujeres y hombres no hay diferencias, y si las hay es por culpa de la sociedad, que perpetúa de mil modos -regalos incluidos- unos papeles atávicos que discriminan a las mujeres. Solo en este marco se entiende que un estudio del IAM concluya que el 80% de los regalos navideños "fomentan la desigualdad entre niños y niñas". ¿Fomentan o reconocen la desigualdad? Pregunto.
Con menos estudios y más sentido común, un comerciante de juguetes observa que los padres no se fijan en si los juguetes son "igualitarios", sino que compran lo que piden sus hijos. Con la misma ciencia objetiva que da la experiencia, una madre manifiesta que no se trata de "sexismo", sino que a los niños les gusta un tipo de juguetes y a las niñas otro, como ha sido siempre.
Así de simple.
Uno se pregunta si es que las señoras (y señores) del IAM no tienen hijos.
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