World Youth Alliance está compuesta por jóvenes de todo el mundo. En cooperación con otros organismos de la comunidad internacional, principalmente las Naciones Unidas y la Unión Europea, World Youth Alliance está comprometida en la construcción de sociedades libres y justas a través de la cultura de la vida. Esta cultura afirma la dignidad inalienable de la persona, defiende el derecho intrínseco a la vida, fomenta la educación de la familia, y fomenta un clima social favorable para el desarrollo integral, la solidaridad y el respeto mutuo.
World Youth Alliance ha comenzado a seguirme en Twitter (@atarifa), a través de su cuenta @WYAeurope, y así descubro su existencia. Como es para jóvenes, no me he atrevido a apuntarme; pero me ha parecido TAN interesante que traigo su iniciativa aquí, para ampliar su difusión y sea conocida por más jóvenes que quieran sumarse.
En su presentación, World Youth Alliance reconoce que la dignidad intrínseca de la persona es el fundamento de los derechos humanos. Creen que esta dignidad es independiente de cualquier condición humana y que ninguna comunidad humana puede conceder o rescindir esta dignidad.
Están convencidos de que la dignidad humana es intrínseca y poseída por cada ser humano, desde en el momento de la concepción hasta la muerte natural, es el fundamento del derecho de todos a la vida. Creen que este derecho inalienable a la vida es la base de una sociedad justa y libre, y que la sociedad a través de las leyes y la cultura tienen la obligación de proteger la dignidad de la persona y de esta manera proteger el derecho a la vida.
Afirman que la célula fundamental de la sociedad es la familia, donde hombres y mujeres aprenden a vivir en genuina libertad y solidaridad y donde los individuos se preparan para desempeñar sus obligaciones sociales, y que la comunidad política al nivel local, nacional e internacional está obligada a proteger y fomentar la familia.
También que el auténtico desarrollo de la sociedad sólo puede ocurrir en una cultura que fomente un desarrollo humano integral, caracterizado por un crecimiento, físico, espiritual, mental y emocional, en un clima de respeto por la persona y la familia.
Por último, invitan a todos aquellos que compartan estas convicciones a unirse a ellos en la afirmación de estas ideas y para darles efecto en la vida pública en todos los niveles.
Ahí queda esto, muchachos y muchachas. Una forma de secundar la propuesta del Papa Francisco para ser protagonistas del cambio, que hizo en la JMJ de Río.
World Youth Alliance ha comenzado a seguirme en Twitter (@atarifa), a través de su cuenta @WYAeurope, y así descubro su existencia. Como es para jóvenes, no me he atrevido a apuntarme; pero me ha parecido TAN interesante que traigo su iniciativa aquí, para ampliar su difusión y sea conocida por más jóvenes que quieran sumarse.
En su presentación, World Youth Alliance reconoce que la dignidad intrínseca de la persona es el fundamento de los derechos humanos. Creen que esta dignidad es independiente de cualquier condición humana y que ninguna comunidad humana puede conceder o rescindir esta dignidad.
Están convencidos de que la dignidad humana es intrínseca y poseída por cada ser humano, desde en el momento de la concepción hasta la muerte natural, es el fundamento del derecho de todos a la vida. Creen que este derecho inalienable a la vida es la base de una sociedad justa y libre, y que la sociedad a través de las leyes y la cultura tienen la obligación de proteger la dignidad de la persona y de esta manera proteger el derecho a la vida.
Afirman que la célula fundamental de la sociedad es la familia, donde hombres y mujeres aprenden a vivir en genuina libertad y solidaridad y donde los individuos se preparan para desempeñar sus obligaciones sociales, y que la comunidad política al nivel local, nacional e internacional está obligada a proteger y fomentar la familia.
También que el auténtico desarrollo de la sociedad sólo puede ocurrir en una cultura que fomente un desarrollo humano integral, caracterizado por un crecimiento, físico, espiritual, mental y emocional, en un clima de respeto por la persona y la familia.
Por último, invitan a todos aquellos que compartan estas convicciones a unirse a ellos en la afirmación de estas ideas y para darles efecto en la vida pública en todos los niveles.
Ahí queda esto, muchachos y muchachas. Una forma de secundar la propuesta del Papa Francisco para ser protagonistas del cambio, que hizo en la JMJ de Río.
Comentarios