Estoy indignado porque el gobierno de mi país regatea legislar en defensa de la vida y de la libertad, y parece que mira más a los que se le oponen que a los que lo han votado.
Estoy indignado porque mientras tanto, siguen los asesinatos en los vientres maternos, asesinatos de los cuerpos de los niños nonatos y de las almas de sus madres, sus familias, nuestra sociedad.
Estoy indignado porque mientras tanto, se impide a los padres dar la educación que quieren para sus hijos y se les impone la única del Estado, como en la Unión Soviética.
Estoy indignado porque veo a muchos "indignados" clamar por la enseñanza pública en lugar de por la libertad de enseñanza; vociferar por la sanidad pública en lugar de exigir mejor gestión de la sanidad; reclamar más Estado en vez de un Estado subsidiario.
Estoy indignado porque echamos la culpa a los políticos y nos olvidamos de nosotros mismos, que somos los que los votamos, paganos y aguantamos; los que cuando podemos chupamos del bote y callamos.
Estoy indignado porque tantos critican el "sistema"; pero se aprovechan desvergonzadamente de él antes de que colapse. Vamos a poner ejemplos. ¿Sabían que en el convenio de cierta Diputación, cuyo presupuesto pagamos los ciudadanos, se contempla que ésta pague el entierro de los parientes de los funcionarios?
Ahora vamos a contar historias. Una eurodiputada socialista y la "embajadora" en Bruselas, también socialista, de una Comunidad Autónoma invitan a veinte representantes de cierta asociación de periodistas a "visitar el Parlamento Europeo". En el grupo van periodistas, comerciantes patrocinadores de la asociación, consortes... No detallo. El grupo solo ve un zaguán, un ascensor, un pasillo y una sala del Parlamento Europeo. El grupo se traga más de tres horas de discursos ideológicos dirigidos a militantes socialistas. El grupo visita el magnífico edificio de la "embajada" autonómica (todas las Autonomías tienen una; una que la cerró la ha vuelto a abrir; otra tiene tres). El grupo -periodistas, ojo- no protesta por la manipulación, sale de compras y por la noche de copas, alguno como la secretaria de la asociación suma su quinto viaje.
Todo pagado con el dinero de los ciudadanos europeos.
Representantes de la asociación irán a Tinduf, Sáhara, invitados por los comunistas; a La Haya por el Partido Popular...
Y así periodistas, sindicalistas, militantes, etc. Todo y todos -y todas- pagados por nuestros bolsillos.
Vamos, yo sí estoy indignado, y está es mi plaza, hoy #15M, en la que llevo años acampado.
Estoy indignado porque mientras tanto, siguen los asesinatos en los vientres maternos, asesinatos de los cuerpos de los niños nonatos y de las almas de sus madres, sus familias, nuestra sociedad.
Estoy indignado porque mientras tanto, se impide a los padres dar la educación que quieren para sus hijos y se les impone la única del Estado, como en la Unión Soviética.
Estoy indignado porque veo a muchos "indignados" clamar por la enseñanza pública en lugar de por la libertad de enseñanza; vociferar por la sanidad pública en lugar de exigir mejor gestión de la sanidad; reclamar más Estado en vez de un Estado subsidiario.
Estoy indignado porque echamos la culpa a los políticos y nos olvidamos de nosotros mismos, que somos los que los votamos, paganos y aguantamos; los que cuando podemos chupamos del bote y callamos.
Estoy indignado porque tantos critican el "sistema"; pero se aprovechan desvergonzadamente de él antes de que colapse. Vamos a poner ejemplos. ¿Sabían que en el convenio de cierta Diputación, cuyo presupuesto pagamos los ciudadanos, se contempla que ésta pague el entierro de los parientes de los funcionarios?
Ahora vamos a contar historias. Una eurodiputada socialista y la "embajadora" en Bruselas, también socialista, de una Comunidad Autónoma invitan a veinte representantes de cierta asociación de periodistas a "visitar el Parlamento Europeo". En el grupo van periodistas, comerciantes patrocinadores de la asociación, consortes... No detallo. El grupo solo ve un zaguán, un ascensor, un pasillo y una sala del Parlamento Europeo. El grupo se traga más de tres horas de discursos ideológicos dirigidos a militantes socialistas. El grupo visita el magnífico edificio de la "embajada" autonómica (todas las Autonomías tienen una; una que la cerró la ha vuelto a abrir; otra tiene tres). El grupo -periodistas, ojo- no protesta por la manipulación, sale de compras y por la noche de copas, alguno como la secretaria de la asociación suma su quinto viaje.
Todo pagado con el dinero de los ciudadanos europeos.
Representantes de la asociación irán a Tinduf, Sáhara, invitados por los comunistas; a La Haya por el Partido Popular...
Y así periodistas, sindicalistas, militantes, etc. Todo y todos -y todas- pagados por nuestros bolsillos.
Vamos, yo sí estoy indignado, y está es mi plaza, hoy #15M, en la que llevo años acampado.
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